San Saturnino 2024: Deja que esto no acabe nunca

Se acerca el día. Ya llega, pronto, San Saturnino, patrono de nuestra ciudad, con una jornada festiva bajo el brazo, para empezar a coger fuerzas a lo largo del incipiente puente foral. Un reposo necesario para administrar el resuello y encarar el último repecho de 2024.

Nos recuerda Pamplonews el programa de fastos para jornada tan señalada: la salida de la comparsa de gigantes y cabezudos, seguida del desfile de la corporación municipal en cuerpo de ciudad, continuando con la procesión y la misa en la Iglesia de San Saturnino, con la colaboración del Orfeón Pamplonés y la Orquesta Sinfónica de Navarra, culminando con la actuación de Anne Lukin.

Pero ¿Quién fue San Saturnino?

A través de la bruma del tiempo vislumbramos la figura de un hombre que nació probablemente en el norte de África, o quizá en tierras más cercanas al Mediterráneo europeo. Se cree que vivió durante el siglo III, en los tiempos del Imperio Romano. Movido por su fe y el mandato de difundir el Evangelio, Saturnino emprendió su labor misionera en las regiones de la Galia y la península ibérica. 

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Imaginaos ahora una gélida mañana del año 220 en Pompaelo (nuestra Pamplona del siglo XXI), entre las actuales calles San Saturnino, Mayor y Jarauta. Alrededor del pozo que se encuentra en esa confluencia de calles se aglomera una turba. La atmósfera electrizada por el miedo y el peligro. El Imperio acecha con saña homogeneizante a los adeptos de una nueva religión que vino del oriente y amenaza con alterar las conciencias de sus súbditos.

Entre esos díscolos ciudadanos que buscan la verdad que los dioses romanos no pueden ya brindarles se encuentra el senador Firmo, un prominente ciudadano, junto con su familia.

Los bautizos de la multitud se ejecutan con devoción pero con celeridad y eficacia para evitar el revuelo y la irrupción de las fuerzas del orden. En un momento, la mirada del obispo viajero fija su atención en el joven hijo de Firmo, Fermín. Debió de ser un intercambio fugaz de miradas, el tiempo necesario para humedecer los dedos en el agua del pozo e imprimir el gesto de la cruz sobre la cerviz del joven patricio. 

Acabamos de presenciar un momento estelar de la historia de nuestra ciudad. Un instante fugaz que sin embargo marca el comienzo de una tradición religiosa y cultural en nuestra tierra, la semilla de lo que fuimos y una parte de lo que somos.

Nos trasladamos ahora a un 29 de noviembre del año 250. Nuestro protagonista ha sido capturado en Toulouse por los sacerdotes paganos, que le llevan al templo de Júpiter, donde, a cambio de salvar su vida, se le exige que ofrezca sacrificios a los dioses en los que ya no cree.

El castigo anunciado sobrecoge por su crueldad. Si no obedece, se le atará a un toro, que lo arrastrará por las calles de la ciudad hasta la muerte. En esos momentos de soledad y congoja, ¿se acordaría de aquél joven al que convirtió junto aquél pozo, en una ciudad ahora lejana? 

Volvamos al año 2024. El Ayuntamiento de Pamplona presentaba a principios de noviembre su nueva marca-ciudad, enfocada en la pluralidad y la vanguardia, y el lema: “Pamplona = bagara. Iruña = de verdad”. Basándose en la historia, identidad y diversidad de la ciudad, busca proyectar una imagen de pluralidad y contemporaneidad.

Para dar voz e imagen a la marca, se han designado ocho embajadores locales: Joanna Artieda Vicente; Mai Garde Echaleku; Nekane Solana Arana; Aurora Beltrán Gila; Juan Martínez de Irujo Goñi; César Oroz Martija; El Drogas; Montxo Armendáriz Barrios.

Sin duda, San Saturnino, patrono de Pamplona desde 1611, sigue siendo un magnífico embajador de Pamplona. No nació en nuestra ciudad, pero como tantas personas que como él hoy vienen a trabajar honradamente desde tierras lejanas, ha contribuido de manera indeleble a hacer de nuestra tierra un lugar mejor, con su esfuerzo y sacrificio. 

San Saturnino se negó a claudicar y luchó con determinación por sus convicciones, por la verdad que buscó incesantemente. Sorteando los siglos y las distintas épocas, podemos afirmar que en la figura de San Saturnino se amalgaman las virtudes de los embajadores designados para el siglo XXI. 

Al igual que Mai Garde y Martínez de Irujo, San Saturnino tuvo un pundonor físico extraordinario para arrostrar los largos viajes, la fatiga y la persecución; la capacidad de sufrir el cadalso aherrojado a un toro. 

De la misma manera que Joanna Artieda, Nekane Solana y Aurora Beltrán son hoy en día referentes por su dedicación y por ser pioneras en los mundos de la gastronomía y la música, San Saturnino se abrió paso en un mundo pagano al que contribuyó a transformar espiritual y culturalmente. 

San Saturnino debió de tener un punto de locura sana al igual que “el Drogas”, para confrontarse con el poder establecido y sortear los peligros de la carretera. 

Debió de gozar también de una mirada lúcida y poética para ver la belleza de Pompaelo, como Montxo Armendáriz, al recorrer sus calles por vez primera. 

Y sin duda, tuvo la empatía y la capacidad de entender la psicología de sus habitantes como César Oroz en sus tiras cómicas ​diarias.

¡Feliz día de San Saturnino a toda la comunidad de Pamplonews!