10 rincones mágicos de Pamplona

El Rincón del Caballo Blanco ha sido el lugar más repetido por la comunidad de Pamplonews. Mónica, Olaia, Alba y María José concuerdan en que este lugar merece coronarse como el más mágico de la ciudad. El Caballo Blanco se encuentra en el corazón del barrio de la Navarrería. Las vistas son consideradas como las mejores de la ciudad. Además, cuenta con un palacete con aire medieval reconvertido en bar-restaurante, el Mesón del Caballo Blanco. Para Olaia, el Caballo Blanco «tiene un encanto especial, el ambiente es mágico por los edificios que lo rodean», mientras que a Mónica este rincón le «transporta a otra época».

Los Jardines de la Taconera son los más antiguos de Pamplona. Han sido testigos de las caminatas, conversaciones y risas de los numerosos pamploneses que han recorrido sus entresijos a lo largo de los años. Beatriz confiesa que se ha convertido en su rincón favorito «por la tranquilidad y por los recuerdos» que le trae. Algo parecido dice Conchi, a quien la Taconera le trae recuerdos de «los paseos bonitos cuando era pequeña» con sus padres. Si algo llama la atención de estos jardines es el pequeño zoo en el que conviven patos, cisnes, ciervas, pavos reales, faisanes, ocas y peces.

El Parque de la Media Luna debe su nombre a su diseño en forma de luna menguante. Es uno de los más antiguos y emblemáticos de la ciudad. Por eso, Patricia y Marisa lo han elegido como su rincón favorito. A Patricia le «encanta pasear por ahí, las vistas y la terracita para tomar algo». Por su parte, a Marisa le gustan «las vistas de la ciudad. Y porque me trae recuerdos de mi querido padre; íbamos allí cuando era pequeña a pasear».

Elena Rodríguez, Antonio Iturralde y Ana Ruiz son algunos de los pamploneses que consideran la Plaza de San José el rincón más mágico de la ciudad. La plaza se encuentra junto a la catedral de Santa María la Real. Antonio la describe como «pequeña, recoleta y con una gran carga de paz y silencio«. Por su parte, para Ana Ruiz, lo especial de este lugar reside en «la paz que inspira y los momentos divertidos cada San Saturnino bailando con Muthiko Alaiak».

En este ranking no podía faltar El Sadar, el estadio de fútbol en el que miles de aficionados comparten su pasión por Osasuna. Además de ser el lugar donde se concentra el sentimiento rojillo, es considerado uno de los mejores estadios del mundo. De hecho, fue elegido Mejor Estadio del Mundo en 2021 por la web Stadium Database, que se especializa en este tipo de infraestructuras a nivel mundial.

Para Javier, el rincón más mágico está en el interior del Café Iruña. Es el Rincón de Hemingway, en el que el escritor estadounidense comenzó a escribir libros como «Fiesta», «Adiós a las armas» o «Por quién doblan las campanas». Ahora, para hacer honor a la memoria del célebre autor, el Café Iruña cuenta con un acogedor y tranquilo rincón, con fotografías de la época y una emblemática estatua de Ernest Hemingway a tamaño real.

Para Alfonso Ducay, el Portal de Francia es el lugar más mágico de Pamplona. De entre los seis portales que rodeaban la ciudad amurallada, es el único que sobrevive a día de hoy. Antiguamente, los viajeros franceses entraban y salían de la ciudad a través de él, de ahí su nombre. Ahora, es la puerta que sirve de acceso a los peregrinos que llegan a Pamplona siguiendo el Camino de Santiago.

La Plaza de los Burgos está en en el casco antiguo de Pamplona. Ubicada detrás de Ayuntamiento y junto al Mercado de Santo Domingo, muchas veces pasa desapercibida. Sin embargo, para Cristina, «la Plaza de los Burgos y esas vistas a casitas de color de alturas irregulares» son lo más mágico de la ciudad.

La Ronda del Obispo Barbazán es el lugar favorito de Delia. Se trata de un paseo peatonal desconocido incluso por muchos pamploneses, situado justo detrás de la Catedral de Pamplona, que recorre la línea de murallas existente entre el baluarte de Labrit y el baluarte del Redín. Además, el recorrido ofrece la posibilidad de visitar el único fragmento de muralla medieval que se conserva visible en Pamplona.

La intersección de las calles Mercaderes, Mañueta, Navarrería, Curia y Calderería es el rincón preferido de Araceli. En esta unión de varias de las calles más emblemáticas del corazón Pamplona se forma una plazoleta por la que pasan cada día numerosas personas. Pero, para disfrutarla, hay que detenerse y contemplar. «Y si en esos momentos suenan las campanas de la catedral ya no hay palabras, hay sentimientos«, afirma Araceli.